viernes, 23 de marzo de 2012


CONQUISTA Y COLONIZACIÓN DE COLOMBIA

Los primeros españoles que vieron las costas de Colombia fueron Alonso de Ojeda (1499-1500), que acompañó a Colón, y Juan de la Cosa y Américo Vespucio, que recorrieron el norte de Venezuela y llegaron hasta la península de la Guajira, primera parte del país en ser descubierta. En 1501 Rodrigo de Bastidas descubrió las bocas del río Magdalena y la bahía de Cartagena, acompañado del propio Juan de la Cosa. La primera carta del litoral fue levantada por Juan de la Cosa entre 1492 y 1510. En 1511 Vasco Núñez de Balboa descubrió el río Atrato y contempló las aguas del Pacífico desde la sierra panameña de Darién. En 1522 Pascual de Andagoya, descubridor del Perú, llegó por el Pacífico hasta las bocas del río San Juan. Los españoles invirtieron unos veinte años en explorar las costas colombianas, fundaron varias ciudades y factorías y después avanzaron hacia el interior del país, que, por la fama de las fabulosas riquezas que contenía, recibió el nombre de El Dorado. Este nombre tenía una cierta base en la ceremonia efectuada por los caciques indígenas, que, al ser elegidos, se bañaban en la laguna de Guatavita después de espolvorearse con oro molido.

Muchos fueron los exploradores del interior de Colombia: de 1529 a 1531 el alemán Ambrosio Alfinger bordeó el lago de Maracaibo y exploró los ríos Magdalena y Lebrija. En 1533 Pedro de Heredia exploró la llanura del Sinú y llegó hasta Antioquia. El alemán Jorge de Spira (Spier), entre 1533 y 1539 penetró en los llanos de San Martin, en lo que le imitó su paisano Nicolás Federmann, quien, recibiendo noticias del reino de los muiscas de la meseta, escaló la cordillera y penetró en la sabana de Bogotá donde se encontró con Gonzalo Jiménez de Quesada, que ya la había ocupado. Quesada compró la neutralidad del explorador alemán dándole dinero e incorporando a sus hombres. Los alemanes hacían la competencia a los españoles en estas exploraciones desde que Carlos I, para pagar deudas a sus banqueros, los Fugger, les hubiera cedido derechos a explorar en las Indias. También Sebastián de Belalcázar tropezó en Bogotá con Quesada y quedó decepcionado, aunque logró avenirse con él.

Gonzalo Jiménez de Quesada (1536-40):
Es el verdadero conquistador de Colombia, enviado por el gobernador de Santa Marta, Lugo. El conquistador remontó el río Magdalena (orilla derecha) y realizó una difícil travesía, con sólo 200 hombres y 60 caballos. Al llegar a Chipatá, después de cruzar las serranías del Atún, habían muerto ya muchos; emprendieron luego los exploradores su itinerario por Chunila, Chimiquica, Clureguana y Tamalameque, y cruzaron los ríos César, Lebrija y Sogamoso. Llevaban bergantines para aprovechar la parte navegable de los ríos y no ahorraron trabajos y esfuerzos en aquella tierra desconocida. Al llegar a la hoya de Saravita torció Quesada su rumbo hacia al sur, bordeó el lago de Fúquene, pasó por Gachetá y Lenguazaque y, después de explorar otros muchos puntos, llegó a Bocatá (nombre del que se derivó Bogotá), capital del antiguo estado indígena donde residía el gran cacique. Los españoles quedaron asombrados ante el aspecto de las casas de la capital, cuyas puertas estaban guarnecidas de oro. La llanura de Bocatá se llamó entonces «valle de los Alcázares», Abundaban también las piedras preciosas. El territorio fue designado con el nombre de Nuevo Reino de Granada, patria del conquistador. A la capital se le dio el nombre de Santa Fe, granadino también, que lo tomaba del campamento mandado construir por Isabel la Católica en la Reconquista. Los indígenas ofrecieron escasa resistencia, pues estaban espantados del aspecto desconocido de los recién llegados, de sus caballos, sus barbas y las detonaciones de sus armas de fuego, tres cosas que no habían visto jamás. Al aproximarse los españoles, el zipa (soberano) envió 600 hombres para cortarles el paso, pero los españoles los derrotaron y persiguieron hasta Cajicá, donde estaba el zipa, y prosiguieron después hasta Chía, donde se hallaba el príncipe heredero, que huyó. Los españoles pasaron allí la Semana Santa de 1537. Había en Colombia un estado indígena rival del de Bocatá, el de Tunja, gobernado por un soberano llamado zaque en la lengua del país. Ocupaba el trono a la sazón el zaque Quimuinchateca, hombre de carácter tiránico, que poseía sentido político, pero había matado al padre de uno de sus gobernadores. Este indicó a los españoles el modo de llegar a la corte del zaque, para vengarse de él, cuando estaban explorando la región de Baganique. Quesada emprendió la marcha con poco más de 50 hombres, mitad jinetes y mitad infantes. El zaque envió una embajada suplicándoles que se detuvieran, pues quería ocultar sus tesoros. Pero los españoles, que sabían que el zipa había escondido sus riquezas, no quisieron que el zaque hiciese lo mismo y continuaron el avance. En el río Chicamocha recibieron una segunda embajada que les ofreció mantas de rica tela y objetos de oro y pedrería. La capital del zaque (región de los muiscas) era la más rica del país y se llamaba Hunza (moderna Tunja). En ella había varios caciques, como el de Mauquetá, Tundama y el famoso de Guatavíta o el Dorado, que se bañaba en la laguna espolvoreado con oro. El zaque escondió su tesoro en una gruta, pero los españoles lo hicieron prisionero y no tardaron en descubrirla. Aunque Quesada puso en libertad al cacique, tratándolo con más generosidad que Pizarro al inca, el soberano, desposeído de su reino, murió de tristeza. Luego volvió el conquistador a la sabana para fundar Santa Fe de Bogotá (1538).
En 1537 otro explorador, Francisco César, saliendo de San Sebastián de Urabá, exploró la sierra de Abibe. Al año siguiente repitió la exploración con Juan de Vadillo, remontando el río Cauca, pero perdió la vida y Vadillo, siguiendo hacia el sur, llegó hasta Cali, donde estaba un comisionado de Belalcázar, Jorge Robledo, para fundar algunas poblaciones en el valle del Cauca, que exploró también este último. En 1540 Andagoya se encontró a su vez con Vadillo. En 1542 Hernán Pérez de Quesada, hermano del conquistador, salió de Bogotá por Tunja, cruzó las montañas de Labranzagrande y llegó a Casanare, Prosiguió la marcha hacia el sur no obstante el obstáculo de las altas montañas y llegó a Sebundoy y Pasto para regresar después a Bogotá. En 1541 Francisco de Orellana recorrió parte del territorio colombiano navegando por el alto Amazonas (Marañón), cuyo descubrimiento había de hacer famoso su nombre. Quesada hizo una segunda exploración de 1569 a 1571 y, llegando hasta San Fernando de Atabapo, regresó a Bogotá.
A fines del s. XVI la dominación española estaba ya sólidamente establecida en Colombia y el país quedaba explorado. Las principales ciudades que fundaron los españoles allí, por orden cronológico, fueron las siguientes:Santa Marta (1525), Cartagena de Indias (1533), Cali (1536), Popayán y Bogotá (1538), Pasto y Tunja (1539), Cartago (1540), Antioquia (1541), Tamalameque (1544), Río Negro y Riohacha (1545). Pamplona (1549), Ibagué (1550), Barranquilla (1629), Girón (1631), Medellín (1674) y Socorro (1681). Muchas de ellas no prosperaron y fueron destruidas por los indígenas. El país fue dividido en provincias. Los territorios de Santa Marta, Cartagena, Nuevo Reino de Granada y Popayán dependían de la audiencia de Santa Fe. En 1564 el territorio fue erigido en presidencia, en 1719 en virreinato y otra vez, en 1740, en presidencia. La audiencia de Santa Fe fue creada ya en tiempos de Carlos I. Los fallos de la audiencia eran inapelables y sólo en asuntos civiles podían elevarse al Consejo de Indias. En 1550 se fundaron en Bogotá los primeros conventos de franciscanos y dominicos. La audiencia organizó expediciones para apaciguar las sublevaciones de indígenas y fundó poblaciones. Se distinguió en estas tareas el capitán Orzúa, que luchó contra los indios muzos. En el norte luchó contra los indios chitarreros y fundó la ciudad de Pamplona, en cuya montaña adyacente fue descubierta una mina de oro nativo en forma de pepitas, La audiencia desautorizó a Orzúa en su propósito de emprender una exploración en busca de más oro y el capitán, resentido, se retiró a Santa Marta. El papa Pío IV erigió el primer arzobispado de Santa Fe, del que fue prelado fray Juan de los Barrios; al mismo tiempo se iniciaron las obras de la Catedral. La catedral de Cartagena comienza a construirse en 1575.
El oidor Angulo disminuyó los tributos que pesaban sobre los indígenas, agitados por la sublevación de Lope de Aguirre en las tierras del Marañón. La historia del «loco Aguirre» se desarrolló principalmente en el territorio de Venezuela, pero la audiencia de Santa Fe tomó parte en la persecución del resto de sus feroces soldados asesinos, losmarañones, de 1562 a 1563. Felipe II, que había visto en peligro su autoridad, decidió reformar algunas cosas de Colombia y suprimió la audiencia creando la presidencia. Sus funcionarios, los presidentes, desempeñaban sus cargos siete años. Después de 1584 volvió a quedar el territorio en manos de la audiencia. En 1596 fue presidente Francisco Sande, muy riguroso, lo que le valió el apodo deDoctor Sangre. Varias fueron las incursiones de los piratas franceses e ingleses. Cartagena había sido asaltada en 1544 y de nuevo en 1559. En 1586 la atacó Drake con una gran flota que logró rendirla algún tiempo. La paz entre Felipe IIy Enrique IV de Francia puso una tregua a estas hostilidades. [...] (R.Ballester)


INDEPENDENCIA DE COLOMBIA
fue el proceso histórico que permitió la emancipación de Colombia del Imperio español, dando fin al período colonial. La primera fase de la guerra, de 1810 a 1816, se caracterizó por constantes luchas internas entre los defensores de la independencia. En 1811 las provincias de la Nueva Granada se conformaron en un nuevo Estado independiente, consistente en una confederación débil de aquellas provincias que se habían declarado independientes en 1810. En 1816 los españoles ganaron de nuevo el control del país, con lo cual instala el llamado régimen del terror. Si bien durante este periodo varios grupos republicanos se mantuvieron activos, ejerciendo un poder efectivo en los Llanos, principalmente en la guayana venezolana y en el Casanare, no sería sino hasta 1819 cuando se emprende el proceso final de expulsión del dominio español.
La Guerra de Independencia de Colombia fue el conflicto que se libró durante el primer cuarto del siglo XIX para liberar a la tierra que hoy es Colombia, entonces conocida comoNueva Granada. Esta fue parte de lasguerras de independencia hispanoamericanas, que fue una serie de luchas surgidas en América Latina debido a la invasión francesa de España en 1808, la cual fue parte de las guerras napoleónicas en Europa.
En 1819 un ejército republicano comandado por Simón Bolívar cruza las montañas que separan las provincias de Casanare y Tunja, y tras las batallas dePaya, Pantano de Vargas y Puente de Boyacá tiene vía libre para tomar el control de Santa Fe, ciudad a la que llega el 10 de agosto de 1819.

EL ACTA DE INDEPENDENCIA

La revolución no tuvo entonces las proyecciones que eran de esperarse porque gran parte de los que intervenían eran indios y habitantes de las poblaciones de la Sabana, que debían regresar a sus pueblos. Cosa que indujo a Acevedo Gómez, uno de los jefes de la oligarquía criolla, a reunir a algunos del Cabildo y declararse investido del carácter de "tribuno del pueblo". Construyó la famosa Junta de Gobierno con la cual sustituiría el virreinato, firmando el Acta de Independencia.
La llamada "Acta de Independencia" de Santa fe no era realmente una declaración propiamente de independencia, pues como lo afirma el mismo documento, esta no pretendía (en nombre de la Nueva Granada) "abdicar los derechos imprescriptibles de la soberanía del pueblo a otra persona que a la de su augusto y desgraciado Monarca don Fernando VII". En contraposición, otras "actas de independencia", como la que se promulgó en la ciudad de Mompos (del 6 de agosto de 1810) sí buscaron una real independencia de España.
Según el historiador colombiano Germán Mejía, "El 20 de julio es un movimiento bogotano, local, y genera un problema inmediato que además tiene pretensiones sobre las otras juntas que se estaban dando en el país. La pretensión consistía en definir lo que iba a ser el territorio de la Nueva Granada. Es el triunfo del centralismo sobre la realidad de las provincias de principios del siglo XIX. Los criollos tuvieron el papel de construir la primera República. El 20 de julio que nosotros entendemos hoy en día es el fabricado a finales del siglo XIX y no lo que sucedió a comienzos de este siglo".
El episodio ocurrido el 20 de julio sintetizó las contradicciones del imperio español: corona- reinos, criollos-peninsulares y finalmente metrópoli-colonias. La independencia de Nueva Granada y sus proyectos estado nación serían supuestamente el resultado y la solución de estas tensiones.

PERSONAJES HISTORICOS

José María Córdoba
Simón Bolivar
Antonia Santos Plata
Policarpa Salavarrieta
Pablo Morillo y Morillo
Manuel del Castillo y Rada
 José María Espinosa Prieto
 Mercedes Ábrego y María Concepción Loperena
 Joaquín Caicedo y Cuero
 Antonio Nariño Álvarez
 María Águeda Gallardo Guerrero
  José María Carbonell
  Andrés Rosillo y Meruelo
  Camilo Torres Tenorio
 Virrey Antonio José Amar y Borbón 



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jueves, 22 de marzo de 2012

COLONIZACIÓN DE AMÉRICA


COLONIZACIÓN DE AMÉRICA

Tras la llegada de los primeros colonos, tanto España como Portugal comenzaron a abrirse paso a través del continente. Pero no estaban solos. Otras potencias europeas, como Francia, Reino Unido y Holanda, se habían unido a la carrera por la obtención de territorios de ultramar en América. Las motivaciones de estas potencias para la conquista de América, eran principalmente económicas, ya que buscaban nuevas fuentes de materias primas y la apertura de nuevas rutas comerciales, pero la posesión de estos territorios proporcionaría también a su dueño un importante poder político, fundamental para erigirse como potencia hegemónica.

Comenzó a finales del siglo XV después de que Cristóbal Colón, llegara en 1492 con el apoyo de la Corona de Castilla. A partir de ahí, el Imperio español, el Imperio portugués, y desde comienzos del siglo XVII el Imperio Británico (1607), Francia(1608) y los Países Bajos (1625), conquistaron y colonizaron una gran parte del territorio americano, sometiendo a sus pobladores nativos.
El Imperio español y el Imperio portugués fueron los primeros en realizar la conquista, y se asentaron principalmente en el sur de Norteamérica, sur de michí, Centroamérica y en el área andina de Sudamérica (imperios Azteca e Inca, respectivamente). España fue la potencia que mayor presencia colonial impuso en América. En el Caribe, dominó sobre todo Cuba, La Española, Puerto Rico, Jamaica, incluyendo a la península de Florida dentro de sus posesiones caribeñas. Desde los asentamientos antillanos, tomó posesión por la fuerza de los grandes estados existentes en América en ese momento: en América del Norte llegó a apropiarse del Imperio azteca, en el actual México, estableciéndose en sus ciudades, además de dominar a tlaxcaltecas, tarascos, mixtecas y zapotecas. A partir de ahí controló una gran parte de América Central, dominando a las poblaciones de lengua maya, a los pipiles, los niquiranos y los pueblos de habla ngäbe de Veragua (Panamá). Desde Panamá se emprendió la conquista de la zona andina de América del Sur hasta la zona central del actual Chile. Al mismo tiempo, en busca de la Sierra de la Plata y las tierras del Rey Blanco, se fundaron ciudades en el estuario del Plata y sobre las márgenes de los ríos Paraná y Paraguay, siendo la más importante de ellas; Asunción.
Portugal se apropió de la mayor parte de la franja costera atlántica de la parte norte de América del Sur, que más tarde originaría el Estado de Brasil. Inglaterra estableció trece colonias en la franja costera atlántica norteamericana, además de en algunas islas caribeñas. Francia ocupó la actual Guayana Francesa en Sudamérica (aún bajo su dominio), Luisiana en el Golfo de México, algunas islas del Caribe, y la región canadiense de Quebec. Holanda estableció colonias en Norteamérica (Nueva Ámsterdam que luego sería Nueva York), norte de América del Sur (Guyana holandesa hoy Surinam) y algunos asentamientos en islas caribeñas (Antillas Neerlandesas y Aruba).




COLONIZACIÓN DE ASIA


Paralela a la expansión africana se realiza la conquista del Extremo Oriente, que tomará fuerza desde 1850, y sobre todo tras la apertura en 1869 del canal de Suez.
Francia controlará Indochina y Gran Bretaña Malasia. Ambos estados se enfrentarán por controlar Siam, la actual Tailandia, lo que le permitirá a esta permanecer independiente. Será el único país de la zona que permanezca independiente.
El intento de penetración en China se hace desde la costa, en la que se controlan ciudades como Shanghai, Hong Kong o Cantón. Gran Bretaña intervendrá en la guerra del opio y la rebelión de los bóxers que desestabiliza el país. En esta guerra chocará con los intereses del imperialismo japonés.
Alemania controlará parte de Indonesia, Java y Sumatra, aunque Indonesia estará controlada por Holanda, principalmente.
Hay que tener en cuenta que esta zona, a diferencia de África, está muy poblada, y ha tenido fuertes Estados desde la antigüedad, todos ellos con una fuerte tradición cultural que choca con los usos y costumbres occidentales.

lunes, 19 de marzo de 2012




COLONIZACION


EN ÁFRICA (SIGLO XIX) 

Desde el siglo anterior, la nueva organización económica y el progreso de las técnicas había dado un nuevo impulso a los descubrimientos. En 1788 se creó en Londres la "African Association" que estaba destinada a promover la exploración del continente negro e incrementar allí el comercio y la autoridad política de Gran Bretaña.
En 1795 el escocés Mungo Park (1) descubrió el Níger, que hasta entonces sólo era conocido por los árabes, después de un peligroso viaje en el que a la hostilidad de las poblaciones musulmanas se sumaban los obstáculos naturales.
Después, durante el siglo XIX , los europeos siguieron expandiéndose por Asia y África. Grandes extensiones fueron conquistadas directamente, sometiéndolas a la administración de algún país europeo o quedando bajo su control económico.
La colonización se inició con una fase de conquista arbitraria que fue sustituida a finales del siglo por una organización y desarrollo metódicos llevadas a cabo por los estados que, frecuentemente, tuvieron intereses contrarios. Los tratados y convenciones, en los que normalmente se impuso la ley del más fuerte, obligaron a las potencias coloniales a que se respetaran recíprocamente los derechos de soberanía.
En África, los europeos se encontraron con formas de organización débiles y éstas no resistieron. A finales de siglo, quedaron dos estados indígenas: Marruecos y Abisinia; una república negra de reciente creación, Liberia, dos repúblicas independientes de colonos blancos, Transvaal y Orange, y dos Estados vasallos del imperio otomano, Trípoli y Cirenaica. Pero aun estos países independientes se vieron involucrados enseguida en nuevos intentos de conquista llevados a cabo por países europeos.
Durante la primera mitad del siglo, casi la totalidad de las expediciones fueron realizadas por británicos, excepto la de Mollien en el Senegal en 1819 y la de René Caillié que fue, en 1828, el segundo europeo que penetró en la legendaria Tombuctú (después de Gordon Laing, asesinado en 1826).
La mayoría de los viajes procedían del Sáhara, con Trípoli como punto de origen. La exploración de la costa guineana fue obstaculizada, en cambio, durante mucho tiempo, por un clima mortífero para el europeo, hasta 1851, año en que comienza la utilización revolucionaria de la quinina a título preventivo.
Estas exploraciones, basadas en seculares tradiciones comerciales a lo largo de la costa y en la convicción de la riqueza del Sudán transmitida por los autores árabes, se presentaban, ante todo, como una aventura económica.
Sin embargo, el movimiento fue pronto reanudado por la propaganda humanitarista, deseosa de acabar con la trata de negros y que preconizaba el comercio lícito de los productos agrícolas.
Este tipo de influencia fue especialmente sensible en África Oriental, donde los primeros exploradores fueron todos misioneros atraídos por el deseo de luchar contra el tráfico de esclavos (el alemán Krapf exploró Kenia en 1837, Niew estableció en el interior de Mombasa la primera misión metodista...). Pero el más célebre fue Livingstone (2) que, de 1842 a 1872, atravesó el África Central de punta a punta. En la práctica, su expedición llevará directamente a la conquista, ya que poco después, Stanley (3), periodista y aventurero enviado en su busca, contribuiría, al atravesar de Este a Oeste la cuenca del Congo (1877), a provocar la reunión de la conferencia de Berlín, preludio del reparto definitivo.
Aunque en la expansión misionera no existe una voluntad deliberada de conquista (en Gran Bretaña la opinión general pensaba que la creación de colonias era un mal negocio), sin embargo, lo cierto es que la acción de los misioneros preparaba, de hecho, las condiciones de la expansión que acabó pareciendo el resultado legítimo de movimientos humanitarios ("el deber del hombre blanco", encargado, si era necesario por la fuerza, de liberar a los pueblos del yugo de sus soberanos y enseñarles a explotar sus propias riquezas). Se habían puesto, por tanto, las bases para la expansión política, que tendrá lugar a continuación.
El proceso fue análogo en todas partes: más tarde o más pronto, los negociantes chocaban con las estructuras preexistentes. Apelaban a la ayuda de las fuerzas del Estado, el cual acababa apoderándose de los puntos estratégicos necesarios para proteger los intereses locales. De esta forma, se inició la expansión que alcanzará su culmen en el último cuarto del siglo.
Los Estados, necesitados de abundantes materias primas para sus industrias modernas y de amplios mercados, van a volver sus ojos sobre el pastel africano. Se produce así el reparto de África.

EL ÁFRICA NEGRA HACIA FINALES DEL XIX 

 

Con frecuencia, se interpreta la historia de África con una visión excesivamente eurocéntrica, como si antes de la conquista nada existiese. Esto, obviamente, es erróneo y conviene hacer al menos un esbozo de la situación de los pueblos africanos.
A partir de 1880, en el momento en que el África negra se convierte en objeto de fundamental apetencia para las grandes potencias de Europa, sus tierras se hallan sumidas en una larga fase de decadencia.
Las raíces son muy diversas: la trata de negros por turcos y europeos, desde el siglo XVI especialmente, que sería el factor principal del declive africano. La expansión del comercio europeo a partir del siglo XV a costa de los focos civilizadores de Arabia, Persia y Egipto.
A las dos razones anteriores, de carácter exógeno al Continente, se unió una endógena: Los movimientos bélicos internos, mal conocidos pero de evidente importancia cultural.


SOCIEDAD, RELIGIÓN Y CULTURA 

Las culturas autóctonas negro-africanas, frecuentemente muy complejas, aparecen ligadas por lo general a cultos de tipo animista (basados en la creencia de la acción voluntaria de seres orgánicos e inorgánicos, incluso de fenómenos de la naturaleza, que se consideran movidos por un alma antropomórfica). En ocasiones, el animismo se concreta en un tótem, animal sagrado del que creen que depende la vida de la tribu. Estas formas anteriores a la penetración contemporánea de los europeos no excluyen, sin embargo, la subsistencia de creencias distintas entre las que destaca la del Dios único, creador del mundo (entre tribus bantúes, kikuyus y gabonesas).

Samuel Johnson en su History of the Yorubas señala que el dios de éstos significa "el señor del cielo". Le consideran como creador del cielo y de la tierra, pero en un lugar tan elevado que no puede ocuparse directamente de los hombres y de sus asuntos, por lo que deben admitir la existencia de numerosos dioses e intermediarios. Creen en el otro mundo, de donde se deriva el culto de los muertos y su fe en un juicio final.
En general, la forma de agrupación social suele ser tribal, caracterizada por un hábitat concentrado dentro de su limitación -el poblado- y por el origen familiar de la propia concentración.

ECONOMÍA , AGRICULTURA Y GANADERÍA

La actividad económica se caracteriza por tratarse de un sistema orientado a la subsistencia y por su base eminentemente primaria. Son, por lo general, pueblos agrícolas, pero desconocedores -en 1870- del utillaje, fuera de la azada, y de cualquier género de abono, natural o no (salvo la utilización del estiércol en algunas comarcas sudanesas). Ello dificulta la sedentarización y da lugar a la típica agricultura itinerante, seminómada, característica de amplias zonas de la sabana africana.
En otras tribus predomina la actividad ganadera, bovina sobre todo. La organización política suele ser monárquica, frecuentemente hereditaria y, en todo caso, sagrada. Se rodea de una administración rudimentaria, pero no sólo central, sino provincial cuando la amplitud del Estado lo requiere.

ORGANIZACIÓN POLÍTICA



En esta administración sus miembros se hallan ligados a la jefatura por medio de relaciones e incluso ceremonias parejas a las del feudalismo europeo. En la actualidad, sin embargo, una serie de estudiosos e historiadores africanos empeñados en la tarea de exhumar la historia de África afirman la existencia de una organización democrática del poder político en las sociedades negras. "Antes de la llegada de los europeos -declara Kenyatta- los Kikuyus tenían un régimen democrático, aunque en un principio tuvieron un sistema monárquico". Y Ojike asegura: "Es tan profundamente democrático el sistema político a lo largo de toda África, que nadie siente su libertad oprimida".
Ambos autores hacen referencia, para apoyar sus tesis, a la organización de los poblados en Consejos de los jefes, de familia, que eligen a su vez los delegados para la Asamblea de Ancianos a escala tribal. Por lo que se refiere a la Hacienda estatal, se sostiene con el correspondiente sistema fiscal, que tiende a concretarse en la recolección de una parte de los frutos y en la propiedad de los productos del subsuelo.
En general, la extensión y fortaleza de los Estados son mayores cuanto más grande es su proximidad a la presencia europea, en conexión, fundamentalmente, con el tráfico de esclavos. Este comercio en las costas del Oeste y Este de África provoca un proceso secular de concentración del poder en los mismos pueblos negros: primero, para defenderse de los cazadores de esclavos; después, para realizar, a su vez, esta misma actividad económica en los pueblos vecinos más débiles (actuando así de intermediarios con los compradores blancos o árabes).
De esta forma, el tráfico de esclavos, sobre cuya enorme incidencia demográfica se han hecho cómputos que oscilan entre 5 y 25.000.000 (cifra esta última que supondría 1/8 de la población del continente en 1960), provoca un segundo proceso secular, en este caso de repliegue de los pueblos más débiles hacia las montañas, suscitando en las zonas costeras y subcosteras la lenta constitución de las grandes unidades políticas que se encuentran los colonizadores europeos a su llegada.



GUERRA DE LOS ESTADOS UNIDOS

Día de la Independencia de los Estados Unidos, la fiesta nacional de ese país (4 de julio)

fue un conflicto que enfrentó a las trece colonias británicas originales en América del Norte contra elReino de Gran Bretaña. Ocurrió entre1775 y 1783, finalizando con la derrota británica en la batalla de Yorktown y la firma del Tratado de París.
Durante la guerra, Francia ayudó a los revolucionarios estadounidenses con tropas terrestres comandadas porRochambeau y por el Marqués de La Fayette y por flotas bajo el comando de marinos como Guichen, de Grasse y Estaing. España, por su parte, lo hizo inicialmente gracias a Bernardo de Gálvezy de forma abierta a partir de la batalla de Saratoga, mediante armas, suministros y abriendo un frente en el flanco sur.
Las colonias británicas que se independizaron de Gran Bretaña edificaron el primer sistema político liberal y democrático, alumbrando una nueva nación, los Estados Unidos de América, incorporando las nuevas ideas revolucionarias que propugnaban la igualdad y la libertad. Esta sociedad colonial se formó a partir de oleadas de colonos inmigrados, y no existían en ella los rasgos característicos del rígido sistema estamental europeo.
En las colonias del sur (Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia) se había organizado un sistema esclavista (con unos 500.000 esclavos negros) que explotaban plantaciones de tabaco, algodón y azúcar. De este modo, la población estaba compuesta por grandes y pequeños propietarios y esclavos.
Los antecedentes a la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos se remontan a la confrontación franco-británica en Norteamérica y a las consecuencias de la Guerra de los Siete Años.
La Guerra de los siete años terminó en1763. El 10 de febrero, el Tratado de París ponía fin al imperio colonial francés en América del Norte y consolidaba a Inglaterra como la potencia hegemónica. En oposición sólo tenía a España, que controlaba Nueva Orleans, la ciudad más importante, con unos 10.000 habitantes. Respecto a Francia, la pérdida territorial no fue sentida como algo catastrófico. Se conservaban los derechos pesqueros en Terranova y la población católica francófona recibiría un trato de respeto. Por otro lado, en el Caribe las pérdidas pueden ser compensadas, pues la colonia principal francesa del Caribe, Puerto Príncipe (la Española), produce la mitad del azúcar consumido en todo el mundo, y su comercio con África y las Antillas está en pleno apogeo.
Respecto a los colonos estadounidenses, la guerra modificó radicalmente el panorama anterior. Los francófonos católicos de Quebec, tradicionales enemigos de los colonos estadounidenses de las Trece colonias, recibieron un trato respetuoso por parte de las autoridades británicas. Trato que se confirmó en 1774 cuando se dotó a Canadá de un estatuto particular dentro de las colonias estadounidenses, llevándose sus fronteras hasta la confluencia del Ohio y el Misisipi. Asimismo su población conserva un derecho civil propio y la Iglesia Católica es reconocida. Todos estos movimientos fueron mal aceptados por la población de las Trece colonias.
La causa inmediata de este conflicto fue el injusto trato que Gran Bretaña infligía a los colonos, pues éstos aportaban riquezas e impuestos a la metrópoli pero no tenían los medios para decidir sobre dichos impuestos, por lo que se sentían marginados y no representados.
LOS PRIMEROS COMBATES

El 19 de abril de 1775, soldados ingleses salieron de Boston para impedir la rebelión de los colonos mediante la toma de un depósito de armas de estos últimos en la vecina ciudad de Concord. En el poblado de Lexington se enfrentaron a 70 milicianos. Alguien, nadie sabe quién, abrió fuego, y comenzó de este modo la guerra de independencia. Los ingleses tomaron Lexington y Concord, pero en su regreso hacia Boston fueron hostigados por cientos de voluntarios de Massachusetts. Se producen las primeras bajas de la contienda, ocho soldados colonos. Para junio, 10.000 soldados coloniales estaban sitiando Boston. Los británicos principalmente atacaron con Casacas rojas. 
EL FINAL DE LA GUERRA


Alentados por la victoria de Saratoga, Francia y España veían la oportunidad como una ocasión de oro para lograr la revancha del desastroso Tratado de París de 1763, con el que concluyó la Guerra de los Siete Años. Así, Francia tras unos meses de cierta vacilación, entró abiertamente en la guerra firmando una alianza en febrero de 1778 con los colonos. Pese a sus escasas provisiones y limitado adiestramiento, las tropas coloniales pelearon bien en general, pero podrían haber perdido la guerra si no hubieran recibido ayuda del erario francés, de la poderosa marina francesa y de las tropas enviadas por Francia.
Por su parte, España, aunque enseguida ayudó a los rebeldes con dinero, armas y municiones, se mostró reacia a la intervención directa, debido al temor de Floridablanca a las consecuencias de un conflicto armado; incluso aspiró a algo que, de momento, resultaba una verdadera utopía: la mediación entre los contendientes. Los objetivos españoles en América eran expulsar a los británicos tanto del golfo de México como de las orillas del Mississipi y conseguir la desaparición de sus asentamientos en la América Central.
Después de 1778, la lucha se trasladó al sur y el conflicto ya había adquirido un cariz internacional con la entrada de Francia. Un año más tarde la realidad se impuso y España declaró la guerra a Inglaterra, pensando incluso en la posibilidad de invadir Gran Bretaña mediante el concurso de una armada francoespañola, plan que resultó inviable. Para su entrada abierta en el conflicto, el gobierno español había firmado el llamado tratado de Aranjuez, acuerdo secreto con Francia sellado en Aranjuez el 12 de abril de 1779, por el cual España conseguía una serie de concesiones a cambio de unirse a Francia en la guerra. Ésta prometió su ayuda en la recuperación de Menorca, Mobile,Pensacola, la bahía de Honduras y la costa de Campeche y aseguró que no concluiría paz alguna que no supusiera la devolución de Gibraltar a España. Esto provocó que los británicos tuvieran que desviar a Gibraltar tropas destinadas en un principio a las colonias.
Los puertos de Toulon y Brest, en Francia, que estaban bloqueados por los británicos, fueron desbloqueados por la falta de efectivos de los británicos. Con los puertos atlánticos abiertos, los franceses pudieron llevar tropas a América al mando de La Fayette y de Rochambeau, siendo esta ayuda de gran importancia para los colonos, como se señaló más arriba.
Más tarde Holanda también se unirá a la coalición formada por España y Francia, con ambiciones de ganar posiciones por el dominio de los mares.
En 1781, 8.000 soldados británicos al mando del general Charles Cornwallis fueron rodeados en Virginia, el último reducto, por una flota francesa y un ejército combinado franco-estadounidense a las órdenes de George Washington de 16.000 hombres. Tras el sitio de Yorktown, Cornwallis se rindió, y el gobierno británico propuso la paz. En la batalla cayeron 156 británicos, 52 franceses y 20 independentistas, siendo los últimos muertos en combate durante la Guerra de la Independencia.
En los restantes frentes entre 1779 y 1781, España sitió Gibraltar, una vez más infructuosamente, y lanzó varias campañas contra distintos puntos estratégicos del golfo de México en manos británicas, la mayor parte coronadas por el éxito (Pensacola). Por otro lado, una exitosa expedición a Menorca permitió la recuperación de la isla en febrero de 1782. El Tratado de París o Tratado de Versalles se firmó el 3 de septiembre de 1783 entre Gran Bretaña y Estados Unidos y puso término a la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. El hecho de que Gran Bretaña perdiese todas las posesiones en el continente americano al sur de Canadá y al norte de Florida, hacía imposible un desenlace militar favorable para los británicos, solicitando éstos el cese de las hostilidades.